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Fisioterapia

La terapia por microcorriente como solución a tus dolores musculares

La terapia por microcorriente como solución a tus dolores musculares

El frenético estilo de vida que se lleva hoy en día, nos hace estar en constante movimiento. Ya sea para acciones más rutinarias, como ir a comprar o ir al trabajo, o actividades deportivas, como practicar cualquier ejercicio o salir a correr. Esto trae consecuencias tanto para nuestra mente como para nuestro cuerpo. Unas consecuencias que pueden ir a menos con la llamada terapia por microcorriente.

terapia por microcorriente

Es muy posible que muchos de vosotros hayáis padecido dolores de espalda, de cuello o enfermedades como la artritis, la ciática o tendinitis. Dolencias que os condicionan el día a día de vuestras vidas. 

Ese estilo de vida del que hablamos, es el causante de que muchas veces, no dispongamos del tiempo suficiente para tratar nuestras dolencias. La falta de recursos o del propio tiempo, hace que las descuidemos y vayan a más. Sin embargo, en este artículo os traemos una solución rápida y sencilla con la que acabaréis con esos dolores que tanto os condicionan. 

¿Qué es la terapia por microcorriente?

La terapia por microcorriente consiste en un tratamiento en el que se utilizan pequeñas corrientes eléctricas para tratar el dolor muscular. Estas microcorrientes son de una intensidad muy baja. No tienen una carga suficiente como para provocarnos algún tipo de dolor. Por lo tanto, son totalmente imperceptibles y nos van a suponer ninguna molestia. 

Se trata de un remedio sencillo, rápido y apto para aliviar las dolencias musculares que padezcamos. Unas molestias que son muy comunes y que la mayoría de las personas han padecido o padecen. Se puede deber tanto a actividades deportivas como a acciones más rutinarias. Es entonces cuando entra en juego este tipo de solución. 

Muchos os preguntaréis como consiguen aliviar el dolor al ser las microcorrientes de tan baja intensidad. La explicación es sencilla. Cuando nos lesionamos, las células de esa parte dañada impiden el suministro de sangre, oxígeno y lo que conocemos como nutrientes vitales. Las pequeñas corrientes que nuestro aparato produce, consiguen penetrar en esas células dañadas y restauran el suministro esencial de sangre, aliviando así el dolor. 

Usos habituales de la terapia por microcorriente

Las utilidades que nos proporciona la terapia por microcorriente son inmensas. Muchas más de las que os imagináis. Desde lesiones musculares hasta dolores provocados por la menstruación. Las autoridades sanitarias han recomendado en multitud de veces este tipo de terapias, ya que está evidenciado que ayudan a calmar todo tipo de molestias. 

El principal uso de las terapias por microcorriente son para aliviar dolores musculares. Sobre todo para aquellas personas que realizan deporte habitualmente o aquellas que sufran de un dolor crónico. Las corrientes eléctricas nos permiten aliviar ese músculo que ha quedado dañado tras un sobre esfuerzo o un mal gesto.  Con excepción del cuello y la cabeza, podemos colocar los electrodos en toda aquella parte que nos cause molestias.

Otro de sus usos más habituales también puede ser el de aliviar los dolores producidos por enfermedades como la ciática, la artritis, la fibromialgia o la tendinitis. Los electrodos nos calmarán ese dolor tan molesto y nos ayudará a seguir nuestra vida de una manera totalmente normal. Un ejemplo puede ser las típicos hormigueos que nos produce la ciática. Las microcorrientes harán que desaparezcan y evitarán esa sensación tan molesta.

Otro de sus grandes utilidades es la de aliviar el dolor producido por la menstruación. Estas molestias pueden llegar a ser muy dolorosas dependiendo de la persona. La terapia por microcorrientes se presenta como una opción ideal para todas aquella gente que sufra de dolores muy grandes a causa de la menstruación y quiera minimizarlos. 

Características de la terapia por microcorriente

Los aparatos que utilizan terapias por microcorriente son muy fáciles de utilizar. Suelen venir con un pequeño manual de instrucciones, por lo que cualquier persona puede usarlo. Junto a su pequeño peso, hace de estos objetos una solución muy práctica para todos aquellos que sufrimos algún tipo de dolor muscular y no queremos optar por medicamentos. 

Como hemos comentado antes, las corrientes que proporciona el aparato son imperceptibles. Son tan bajas que no las vamos a notar. Esto nos aporta una comodidad que vamos a agradecer. Además, es importante recalcar que estas microcorrientes provienen de una pequeña batería. No necesitamos una corriente eléctrica externa. 

Una de sus principales características es la discreción y la comfortabilidad. Son aparatos que nos lo podemos poner por debajo de la ropa y listo. Sea el lugar en el que sea, no vamos a notar que el aparato está ahí. Si por ejemplo, sufrimos de dolor de espalda, colocamos el aparato en el lugar donde más dolor y por encima nos ponemos una camiseta. El objeto continuará funcionando perfectamente y pasará completamente desapercibido. 

La durabilidad de estos objetos suele rondar las 300 horas de tratamiento aproximadamente. Un tiempo más que suficiente para aliviar el dolor que padezcamos. Además, solo consumirá batería, una vez esté en funcionamiento. No nos vamos a tener que preocupar en ningún momento por si el aparato se queda sin batería o por si no dispone del tiempo suficiente para aliviar nuestro dolor. 

Precauciones a tener cuenta al usar la terapia por microcorriente

Como con la mayoría de cosas, debemos extremar las precauciones a la hora de usar estos objetos. Su uso es muy rápido y sencillo, pero eso no quita que también tenga sus peligros. No os preocupéis, porque el método de uso es muy sencillo. Tan solo debéis conocer una serie de precauciones muy básicas, para poder utilizarlo sin ningún problema.

Estos aparatos son de uso único. No se pueden compartir con ninguna otra persona. Además, deben estar totalmente alejada de los niños. Los jóvenes menores de 12 años no deben usarlo a menos de que sean supervisados por un especialista. Son aparatos que debemos utilizar con total responsabilidad y siempre siguiendo las instrucciones que nos vienen en el manual junto al aparato. 

También es importante que personas que utilicen un marcapasos o un parche transdémico no utilicen estos electrodos. Respecto a las personas embarazadas, todavía no se ha establecido un protocolo de seguridad al respecto. 

Los electrodos se pueden colocar en cualquier parte del cuerpo a excepción del cuello y la cabeza. Al igual, tampoco se pueden poner sobre heridas abiertas. Si por algún casual, esta terapia nos produce sarpullidos en la piel, debemos retirar los electrodos inmediatamente durante un día y esperar a ver la evolución. Cuando se haya agotado el tiempo de uso del aparato, podemos tirarlo a su respectivo contenedor. No contiene ninguna sustancia que sea dañina para el medio ambiente. 

Como habéis podido comprobar, la terapia por microcorriente es una opción ideal a la hora de calmar nuestros dolores. La pueden utilizar desde los más deportistas hasta los que menos. Son útiles para aliviar cualquier molestia que tengamos, sea el origen que sea. Además, su fácil y rápido uso hace de estos aparatos una opción muy cómoda. 

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